11/03/2015

Narcisismo digital


¡Totalmente de acuerdo!

Entrevista a Jane Hart, pionera del 'modern workplace learning': formación autodidacta en el trabajo. Publicada hoy en La Vanguardia.

Qué debo hacer para formarme en mi propio trabajo?

Lo mejor es conectarse con los que más saben y lo peor, aislarse y restar y así restar a tu empresa, porque quien no está aprendiendo y enseñando en ella está sobrando.

¿Cómo saber si sigo aprendiendo?

Empiece por analizar su empresa y compruebe si es competitiva, porque la competencia exterior obliga a la cooperación interior; a conectarse todos y aprender juntos.

La competencia es madre de la ciencia.

No sin la cooperación. Fíjese en las grandes empresas tecnológicas: cuando empiezan, todos lo comparten todo y colaboran y compiten juntos, como en las salas multitarea de Silicon Valley, donde nadie es jefe de nadie y todos se lo explican todo...

...Hasta que empiezan a ganar pasta...

Porque al salir a bolsa algunos se hacen millonarios y ya hay jefes y empleados y, poco a poco, también subjefes, y subempleados y despachos para aislarse de los inferiores...

Y empresas que empezaron cuatro amigos en un garaje hoy parecen ministerios.

Porque se convierten en monopolios y quien no tiene competencia fuera la crea dentro. Todos empiezan a competir por el carguito y ya no comparten nada y no aprenden, y así se van aislando y al final todos pierden.

¿Hinchar la jerarquía destruye valor?

El que más manda debe ser también el que más sabe, más aprende y más enseña, y así, de modo natural, todos aprenden de todos. Pero cuando los cargos se reparten por otros criterios, el que realmente aporta acaba siendo el que menos cobra...

Aunque tu empresa sea cada día más tonta, tú siempre puedes aprender fuera.

Claro, pero es una pena, porque el aprendizaje más rápido, efectivo y útil no es el de las clases, los cursos, los másters..., sino el que haces sin moverte de tu trabajo pero moviéndote mucho en él. Hoy no se aprende sólo con los codos del empollón, sino con la humildad del aprendiz de siempre.

Y además puedes cobrar mejorando.

Para lograrlo, sitúate donde puedas copiar a quienes saben y que ese esfuerzo te obligue a abandonar tu zona de confort. Si estás cómodo en tu empleo, es que no estás aprendiendo. Si no aprendes, es fácil, mecánico y lo puede hacer otro por menos o incluso una máquina: lo puedes perder pronto.

Pero si no tengo más remedio que esforzarme es más difícil que me sustituyan.

Antes sólo necesitabas aprender para ascender, pero si te conformabas con lo que hacías, sólo necesitabas repetirte; hoy necesitas aprender sólo para no ser despedido.

¿Hay que correr para no moverse?

Se trata de no dejar desaprovechar ninguna oportunidad de que te exijan. Y asumir que el aprendizaje no sólo sucede en un aula con profesor. Me he encontrado dando una charla en inglés en una empresa y me han dejado sola “para no faltar a clase de inglés” y creo que ya tenían nivel para entenderme.

Porque usted no era ‘la’ profesora.

Debemos superar la obsesión por aulas, títulos, profesores y notas. No es que no sirvan, sirven, pero sólo son un medio, no el objetivo del aprendizaje. Si no estás aprendiendo en tu trabajo, es que no estás trabajando de verdad, es decir innovando, haciéndolo mejor cada día y exigiéndote cada vez más. El mejor modo de aprender inglés es conseguir un trabajo que te obligue a hablarlo.

¿Y para ascender?

Si quieres ser jefe, ponte al lado del jefe y fíjate en todo lo que hace. Intégrate del modo más natural posible en su rutina cotidiana e intégralo en la tuya.

¿Las escuelas de negocios enseñan a hacer negocios?

Sirven para crear redes de contactos de gente como tú y algunos mejores que tú, pero lo que enseñan lo puedes aprender en cualquier empresa inteligente

¿Redes sociales?

Hoy formarse no es informarse, sino filtrar el exceso de información. De hecho, no hay exceso de información, sino falta de filtros. Veamos: tienes 10.000 seguidores en la red...¡Bien! ¿Y qué, si no te aportan nada?

A uno le gusta sentirse seguido.

Mejor que 10.000 desconocidos, tener 10 de quienes aprendas algo. No piense en el número, sino en el valor de lo que le aportan a diario. Si no, está perdiendo un recurso escaso para quien quiere mejorar: el tiempo.

También te valoran por esa cifra.

¿Quién? ¿Su vanidad? La gente invierte tiempo en las redes por narcisismo, pero hay que usarlas por todo lo contrario, por humildad. Las redes son para aprender y no para enseñarse. Da igual que no te siga nadie si tú sigues a quien te enseña algo.

También sirven para contactos profesionales y promoción de marca personal.

Vale, pero acote el tiempo que les dedica, porque son devoradoras de atención y valiosos minutos de concentración a cambio, demasiado a menudo, de nada o casi nada.

¿Cómo?

Marque un límite a su tiempo para las redes: cinco, diez, veinte minutos al día, concentrados y siempre a la misma hora. No trabaje a destajo para enriquecer a los billonarios de las multinacionales de internet.