1/23/2011

Declaración de intenciones de Joana Ortega

   
   
     
Joana Ortega, vicepresidenta y consellera de Governació i Relacions Institucionals contesta hoy en La Vanguardia una entrevista. Otra declaración de intenciones que copio a continuación. 


Joana Ortega (Barcelona, 1959) es la primera mujer en ocupar la vicepresidencia del Govern. Y lo hace en un momento clave por la delicada situación de las finanzas de la Generalitat y la presión que padece el Estado autonómico. Al frente de la Conselleria de Governació i Relacions Institucionals, se plantea como retos la reforma de la administración pública y conducir por el camino del entendimiento la relación con el Gobierno central y el mundo local.

Pasará a la historia de Catalunya como la primera vicepresidenta, ¿tiene vértigo?

Es una gran responsabilidad, pero también una muestra de normalización y de justicia social. Que una mujer ostente la representación de la presidencia de la Generalitat en ausencia del president es de gran relevancia. Mas aún si tiene bajo su mando áreas estratégicas del Govern.

¿No le afectan las críticas de la oposición por la existencia de una vicepresidencia que CiU criticó con el tripartito?

Este no es un gobierno de tres, ni de compartimentos estancos. Es un Govern sin adjetivos, ni de derechas ni de izquierdas, que tiene como objetivo servir a Catalunya y que quiere actuar de forma colectiva. La relación con el mundo local , la búsqueda de consensos en el Parlament..., todo eso depende de esta conselleria y son grandes retos en ante una situación de crisis económica y sin mayorías absolutas. El rango de vicepresidencia nos da más fuerza para afrontar estos retos.

Supone un cambio respecto a la vicepresidencia de Josep Lluís Carod-Rovira.

Hay que diferenciar entre un departamento de la vicepresidencia, como el de Carod, y una conselleria de Governació y Relacions Institucionals con rango de vicepresidencia. Presido todos los consejos técnicos, garantía de una acción coordinada del Govern. No se puede menospreciar ni el papel de la vicepresidenta, avalada por la ley, ni que asume las competencias clave.

Entre sus funciones, está la relación con el Gobierno. Cohabitará con Josep Antoni Duran Lleida.

La relación Estado-Generalitat depende de esta conselleria. El hecho de que al frente de las cuatro comisiones bilaterales esté el político mejor valorado y que siempre se ha significado por tender puentes entre Madrid y Catalunya es un activo. No supone problema alguno. El Govern, desde esta conselleria, tutelará el trabajo de esas comisiones.

Precisamente ahí está el origen de las críticas de la oposición, comenzando por el PSC.

Quizás su problema es que no pueden colocar a su cara en Madrid, la señora Chacón. No sabrían en qué lado de la mesa sentarla. Pese a las críticas, también ahí se verá la actitud del nuevo Govern. Queremos que la oposición esté presente, cosa que no pasaba con el tripartito, para defender los intereses de Catalunya desde la unidad.

¿Será entonces la interlocutora del vicepresidente, Manuel Chaves?

Yo como responsable de las relaciones institucionales del Govern y Duran como presidente de las comisiones bilaterales.

¿Ha pasado ya por Madrid?

Todavía no.

Con la propuesta de pacto fiscal congelada, ¿por dónde empiezan a reclamar a Madrid para luchar contra el déficit?

Seremos muy contundentes con la exigencia de cumplimiento del Estatut. Que Madrid nos pague lo que nos debe de la disposición adicional tercera y que no obstaculice la posibilidad de emitir deuda pública. Serán sensibles a esta situación de injusticia que sufre Catalunya. Si no el problema no será sólo de Catalunya, sino de toda España.

Y replantearán traspasos de la pasada legislatura...

De los cuarenta traspasos previstos en el Estatut, se ejecutaron once, seis de ellos incompletos. Entre ellos, cercanías y regionales. Hay que revisarlos.

Su departamento nace con competencias de tres antiguas conselleries y varias sedes. 

Evaluaremos las funciones que se desarrollan en cada edificio y veremos dónde es necesario estar y cuáles se pueden dejar. Hay que analizar las condiciones contractuales de los alquileres pero todo el gasto que se pueda evitar, se evitará.

Sería el caso del edificio de Relacions Institucionals. La sede zen del ex conseller Saura.

Ese área, tanto en personal como por el edificio puede ser objeto de una reducción importante. Se puede ser más operativo destinando a todo el personal a otra sede. Tenemos la opción de aglutinar servicios en el edificio donde está instalado el Memorial Democrático, que es propiedad de la Generalitat.

¿Y cuál será el futuro del Memorial Democrático?

Fui prudente al hacer la reestructuración del departamento pero no descarto revisarla. Tener un espacio destinado íntegramente al Memorial Democrático y una dirección general no es ahora una prioridad. Hay que ver cómo se mantienen sus funciones, pero no se pueden aportar ni el mismo personal ni los mismos recursos.

Ahí, su primer gran reto es la reforma de la Administración...

Ya nos hemos puesto en marcha. Desde Governació se han impulsado las primeras medidas de austeridad: reducir las conselleries, reducir un 23% los altos cargos y un 40% los eventuales. Ahora nos hemos dado hasta mayo para analizar las empresas, organismos y consorcios públicos para ver cuáles no son necesarios. Son gestos que no se han de minimizar porque marcan el talante de un Govern que pone la eficacia por encima de todo.

¿También habrá medidas para los funcionarios, como la retribución por objetivos?

La reforma que proponemos es muy amplia. Hay que profesionalizar y prestigiar la función pública y reconocer el talento. Eso por un cambio de hábitos, una mejora de los procesos y también por que quienes ejerzan sus funciones de forma más productiva la tengan reconocida. No será fácil pero hay que ir hacia una administración transparente, ágil y eficaz. El papeleo no puede poner trabas a la actividad productiva.

¿Llegarán a auditar los servicios de la Generalitat?

No lo descarto.

¿El recorte del 10% del próximo presupuesto afectará a las ayudas a los ayuntamientos?

Nos afecta a todos, pero somos sensibles a los problemas de supervivencia financiera que tienen los entes locales. Este Govern se ha marcado como leitmotiv hacer más con menos. Somos conscientes de que los ayuntamientos están ejerciendo competencias que comprometen sus finanzas, pero también han de ser conscientes de que sus finanzas están estrechamente ligadas a las de la Generalitat. Es una batalla conjunta.

¿Han pedido colaboración?

Si el Govern está haciendo un gran plan de austeridad todos lo tendrán que hacer. Desde Governació apoyaremos a los ayuntamientos, pero el recorte es para todos. Deberíamos evitar que los municipios sean escenario de batalla política por los recortes.

Pero si llegan a las puertas de las elecciones municipales no podrán evitarlo.

La responsabilidad tiene que ser de todos los actores políticos, sobre todo quienes han tenido que ver en el gran déficit que tiene que afrontar la Generalitat.

¿Cómo han recibido el mensaje las entidades municipalistas?

Son conscientes del momento económico y estoy segura de que habrá complicidad.

Esta conselleria tiene una serie de leyes ´malditas´. Como la ley de veguerías aprobada por el tripartito y con la oposición de muchos alcaldes.

Desplegar la ley de veguerías no está en la agenda del Govern. No tendría sentido aumentar los niveles de administración en lugar de reducirlos. Mientras no se puedan eliminar las diputaciones, y eso pasa por una ley estatal, no se podrá desarrollar. Y pedirle al Gobierno que reforme los límites de las provincias no es una prioridad. Lo primero, la crisis.

Harán feliz al alcalde de Tarragona, del PSC, que pidió que la guardarán en un cajón.

El tripartito puso las veguerías sobre la mesa por sus equilibrios políticos. Lo más coherente sería hacer la ley de gobiernos locales y luego establecer la ordenación territorial y la ley de financiación de los entes locales.

¿Cuál es el futuro de la ley de consultas populares?

La tenemos que modificar para dar más cobertura al Govern a la hora de convocar consultas sin necesidad de pedir permiso al Gobierno central.

El Gobierno la recurrió ante el Constitucional...

La defenderemos ante el tribunal por responsabilidad institucional. Aunque se modifique.

El otro reto es la ley electoral catalana. ¿La proximidad de nuevas citas con las urnas permite ese debate?

Estoy decidida a abrir contactos con todos los grupos parlamentarios de inmediato. Queremos aprobar esa ley y hacerlo con el máximo consenso. Mi objetivo es una ley electoral que acabe con las listas cerradas, proporcional y territorial.

¿El Govern hará su propuesta o se dejará en manos de los grupos parlamentarios?

De momento, iniciaremos el diálogo para fijar las bases de la negociación. Sólo acudimos con dos premisas: un sistema proporcional y que respete el equilibrio en la representación territorial. No aceptaremos que pierda peso.

El último intento acabó como el rosario de la aurora.

Luchar contra la desafección pasa por una ley electoral que acerque el ciudadano a sus representantes. El sistema de listas cerradas y bloqueadas ya no sirve. Entiendo que pueda parecer una utopía lo que planteo, pero por mi no va a quedar. Nos tenemos que poner a trabajar ya.

Quedan áreas por definir, como Afers Religiosos.

Buscamos a los mejores para cada cargo. El respeto y la libertad al ejercicio público y privado del culto serán el objetivo. Bajo la premisa de que el cristianismo es la religión mayoritaria, hay que trabajar en pro de la tolerancia y la convivencia de las diferentes confesiones. También queremos que la ley de espacios de culto sea menos intervencionista.