20/02/2013

Las ideas y Pau García-Milà



Cuando me ducho por la mañana se me ocurren muchas ideas habitualmente, hasta tal punto que tardo más de lo deseable, no porque me guste, sino porque me distraigo. ¡Y lo he visto comentado en ésta entrevista de La Vanguardia a Pau García-Milà, un joven genio! Es el creador de eyeOS ¡Vaya! Quizás si cultivo mis ideas un poco...



Cuántas ideas tiene al día?
¡Centenares! Incontables.

Qué suerte.
Y usted también las tiene.

No tantas...
No le engaño: todos, sin excepción, tenemos cientos de ideas cada día. ¡Lo difícil es no tener ideas!

Ojalá eso fuera así.
Las conexiones neuronales son espontáneas y continuas. Lo difícil no es tenerlas, ¡lo difícil es que no te pasen inadvertidas!

¿No me doy cuenta de mis ideas?
Así es: el mismo cerebro que genera ideas, las aparta y decapita. Pero es posible capturarlas, fijarlas para luego desarrollarlas.

¿Sabe cómo hacerlo?
Practico algunas técnicas elementales.

Compártalas.
La rutina nos acostumbra a no fijarnos en las ideas que tenemos, dejándolas morir. Contra eso, hay una herramienta: ¡la libreta!

¿Anotar cosas?
Sí, la libreta es la mejor incubadora de ideas. En mi libreta anoto observaciones y ocurrencias... y más tarde las reviso.

¿No le da pereza?
Cazar ideas precisa de algún esfuerzo, de alguna disciplina, como todo. ¡Generar ideas es también una gimnasia!

Vamos al siguiente ejercicio, pues.
Analiza tus rutinas, documéntalas mediante anotaciones, fotos, grabaciones, audios... y luego revísalo todo: descubrirás cosas.

¿La rutina es enemiga de las ideas?
Cada vez que alguien dice: "Es que siempre se ha hecho así...", ¡una idea muere!

¿Usted revisa sus rutinas?
Sí. Y aplico técnicas para generar ideas.

A ver.
En un papel en blanco anoto -en círculos- cosas que me gustan, que me apasionan. Luego -en rectángulos-, anoto modelos de negocios que me interesan... y cruzo todos con todos, ¡y salen ideas!

Se convertirá en un gurú de las ideas.
Olvídese: ¡el único gurú necesario es el que llevas dentro!

¿Algún truco para azuzar las ideas?
Dúchate. Cualquier persona que se ducha, tiene una idea.

Me ha pasado más bien en el retrete...
Es verdad... O conduciendo. Porque la mente no descansa, y en esos momentos mecánicos sigue trabajando, generando ideas.

¿Qué más puedo hacer?
Antes de dormirte, revisa tu día. Imagina cómo te gustaría que fuese tu vida...

¿Y por la mañana?
Levántate pensando en que tienes ¡todo! por hacer.

Una buena idea, ¿la aireo o me espero?
Que todo el mundo sepa que esa idea es tuya. ¡Que entiendan que es mejor asociarse contigo para desarrollarla que copiarla!

Sin miedo.
Con arrojo, tengas la edad que tengas: ¡nunca serás tan joven como lo eres hoy! Tenga presente lo que dijo Mark Twain: "La mayoría de las personas muere a los 27, simplemente las enterramos a los 72".

Emprendamos cosas, ¿no?
La actitud es lo fundamental. Actitud emprendedora: es más determinante que la aptitud. Puede cambiar tu entorno y quedar tus aptitudes desfasadas... pero si tienes actitud emprendedora, absorberás lo nuevo, remontarás desde cero y avanzarás.

¿Y si no tengo tiempo para desarrollar una idea?
Si crees en ella pero tienes sólo dos horas disponibles al día, ¡dedícale esas dos horas!

¿Qué ideas de otros le han gustado últimamente?
Un chico de Alella hace gafas de madera. Una chica ha inventado kleenex para la tapa del váter. Otro fabrica un envoltorio reutilizable para ropa que certifica su trazabilidad. Dos chicas han desarrollado en Catalunya el helado de yogur...

¿Dónde hay más ideas?
En el cementerio. ¡Tantas ideas a las que no se ha permitido nacer...! En España adoramos desmotivar al prójimo con estas dos frases: "Ya te lo dije" (si la idea fracasa) y "¡qué suerte has tenido!" (si la idea funciona). Ya está bien de esto: las ideas no las juzgan las personas, ¡las juzga el tiempo!

Y tengamos más autoconfianza, ¿no?
Sí, pues por el mero hecho de estar aquí ya eres ganador: ¡has ganado una carrera entre mil millones de espermatozoides! Y encima has nacido en la porción más privilegiada del mundo... ¿Cómo ser pesimista, así?

¿No tiene usted bajones?
Soy un poco niño: curioso e ingenuo. ¡Y que dure! Todos los niños son así, y por eso quieren comerse el mundo. Y también hay que saber compaginar el respeto y el descaro.

¿Por ejemplo?
Cuando quise que Felipe González escribiese el epílogo de mi primer libro, me colé en el ascensor diciéndole a los seguratas que él mismo me había citado allí. Y, ya ante él, se lo pedí con todo el respeto.

¿Cuál es la mejor idea que existe?
No hay ideas malas. Unas son más realistas que otras, eso sí. Pero está todo por inventar, y las ideas son divisibles: cada idea genera muchas otras... Hay más cosas por inventar que cosas inventadas. ¡Adelante!